11 de febrero de 2015
La complejidad de la elaboración de los productos biológicos, en los
que cada fabricante utiliza células diferentes para su síntesis, además
de procesos físicos y mecánicos de extracción y purificación
distintos, no permite afirmar que los medicamentos fabricados por
compañías diferentes, sean idénticos. Por ese motivo, se desarrolló
la nomenclatura de biológicos similares o biosimilares, que evita que
estos productos se puedan entender como genéricos, puesto que
no lo son.